Estamos haciendo una exposición de máquinas que han dejado de funcionar en la Escuela Taller. Ya tenemos un pulidora Virutex, la cuál hemos colgado de la barandilla de la nave como si fuera una exposición. Desde la Dirección de la E.T. se ha impreso una etiqueta que indicará los datos básicos de las máquinas rotas.
El día 17 de este mes de abril, Felipe y Susana estaban intentando hacer las patas para los bancos del Salón de Plenos de Mamblas. A Felipe se le ocurrió la idea de cortar con el serrucho y Susana le dijo ¡Ten cuidado que te vas a cortar! Con tan mala suerte que se cortó y se hizo un gran “tajazo” en el dedo pulgar. La herida no dejaba de sangrar… Y como Rocío, que es la encargada de la llave del botiquín no estaba, tuve que ser Susana la que le curó. Le tocó hacer de enfermera sin tener los estudios pero por suerte todo quedó en un susto. Je, je, je.
P.D.: El viernes 18 se volvió a cortar.
-. Creemos que el Director debería de ser un poco más tolerante con nosotros ya que cortar a inglete sin una sierra eléctrica no es nada fácil.
-. Debido a las últimos arreglos de máquinas estropeadas de forja, pensamos que en parte tenemos los alumnos/as algo de culpa ya que a veces no las tratamos como debería, tenemos que decir que no lo hacemos a posta para que se rompan y tenga que pagarlas la Escuela Taller.
A continuación recogemos algunas propuestas que hacemos a la Dirección de la Escuela Taller:
-. No se ha vuelto a celebrar ningún cumpleaños de miembros de la Escuela Taller. A ver si a partir de ahora al ver la gente esto, nos da alguien la alegría de celebrar alguno si el Director lo permite. Nos lo pasábamos muy bien en estas celebraciones.
-. Ahora que se acerca el buen tiempo, a ver si los viernes tenemos actividades al aire libre como realizar juegos. El año pasado lo hacíamos y nos lo pasábamos muy bien, y al mismo tiempo estábamos algo más hermanados entre nosotros.
También nos gustaría ver algún reportaje de Callejeros.
Los alumnos/as de forja nos dirigíamos a presentar las barandillas de los pasos del puente de Moraleja de Matacabras, y los carpinteros a llevar los bancos y a colocar las baldas de las estanterías del Ayuntamiento. Después de realizar nuestro propósito, nos montamos en el Patrol para volver a Madrigal y nos llevamos la sorpresa de que no arrancaba. Se barajaban varias posibilidades para regresar: unos decían que fuéramos andando y otros simplemente no decían nada. Entonces se decidió por llamar a la Administrativa de la E.T. (Pepa) para que nos fuese a buscar. Ella llamó al mecánico y después de decirle que tenía que ir a Moraleja, nuestra administrativa coge la furgoneta Opel Movano y se dirige a buscarnos a Blasconuño. Esto es de traca, vaya equivocación. Pero al final llegó a su destino.
El pasado miércoles 16 de abril, cuatro alumnas de la Escuela Taller hicieron un pequeño viaje a Ávila para ver una exposición de Formación Profesional. Las cuatro afortunadas han sido Vero y Mely (Módulo de Forja) y Auri y Rocío (Módulo de Carpintería). Han sido las mejores alumnas del mes de febrero en cuanto a rendimiento, disciplina… El módulo de forja tuvo la oportunidad de presentar sus obras en dicha exposición. Así la gente supo apreciar lo que en nuestra Escuela Taller sabemos hacer, además se habló mucho de nosotros ya que había otros directores, monitores… de otras Escuelas y Talleres que lo preguntaban cosas al Director sobre nosotros.
El pasado lunes día 14 vino a presentarse el nuevo monitor de Forja. Se llama Alberto y es de Mamblas. Para nosotros los alumnos/as del módulo ha sido un cambio bastante grande ya que teníamos muchas costumbres y estábamos muy compenetrados con Carías. Durante esta semana estamos conociéndonos, tanto nosotros al monitor como el monitor a nosotros.
Durante el mes de marzo, en el cuál Carías ha estado de baja y Alberto no se había incorporado, nos ha estado dando clases y también cuidándonos en la nave. En este mes nos hemos dado cuenta de que somos autónomos y que sabemos estar al frente de la obra. La experiencia ha sido satisfactoria.
Un compañero del módulo de carpintería, con las prisas de acabar pronto las obras, estaba lijando con la lijadora de banda una pieza de un cubrerradiador de las Escuelas de Madrigal de las Altas Torres. De repente había mucho alboroto y nos dimos cuenta de que dicho compañero se había pillado la sudadera y el pantalón con la lijadora. Por suerte el compañero desenchufó rápidamente la máquina. Los demás al verle la cara y la ropa rota nos asustamos pero luego al ver que no pasó nada grave, todo quedó en unas risas. Desde entonces le llamamos el “tío Lijas”.
